Rev. Doctor Dana D. Craft
Nacio en USA, y desde muy temprana edad fue llamado a servir como Pastor. Es graduado de Doctor en teología en el Nuevo testamento, egresado Magna Cum Laude en el INSTITUTO JOHN KNOW, de la Florida, USA. Está casado con la Misionera guatemalteca Damaris Oliva de Craft, juntos tienen un hijo, Noah Daniel.
Nuestro Fundador
NUESTROS INICIOS
El Rev. Craft, llego a Guatemala con una visión, de llevar el mensaje de las buenas nuevas a toda familia que lo necesite. Su llamado y el de su esposa es servir a aquellos en situación de calle, vulnerables.
Así fue como llego primero a servir al departamento de Sololá, San Andrés Semetaba’j. Después se instaló en la ciudad de Guatemala y allí comenzó a trabajar en el Asentamiento ”Manuel Colon Argueta”. Este es un lugar aloja a las familias que trabajan reciclando basura.
Inicio el primero servicio en la calle, con piso de tierra y a la intemperie, luego se colocó un techo y se hizo un piso de concreto, y así poco a poco, hasta llegar a construir un Centro Comunitario para poder servir a las familias y en donde es el Centro de Operaciones del Ministerio.
COMO ES LA VIDA EN EL BASURERO DE ZONA 3, Ciudad de Guatemala
El basurero comenzó a operar en 1953 como una solución para la acumulación de residuos, aprovechando un barranco que se convirtió en su base. A lo largo de las décadas, el sitio ha evolucionado hasta convertirse en un espacio donde confluyen problemáticas sociales, económicas y ambientales.
A lo largo de los años, el crecimiento de la población y la urbanización incrementaron significativamente la cantidad de residuos generados. Actualmente, se estima que alrededor de 3 mil 500 toneladas de basura son depositadas diariamente en este lugar. Este volumen ha convertido al relleno en uno de los más grandes del país, con una extensión aproximada de 22 campos de fútbol. No se diseñaron medidas adecuadas para mitigar los efectos ambientales ni sociales.
Desde sus inicios, el basurero atrajo a personas en situación de vulnerabilidad que buscaban en los desechos una forma de subsistencia. Actualmente, se calcula que más de mil 500 individuos, conocidos como guajeros, trabajan en el lugar. Estos recolectores se dedican a separar materiales reciclables como papel, plástico, vidrio, y metales, los cuales venden a intermediarios. Algunos incluso encuentran ropa y alimentos para consumo propio, enfrentando graves riesgos para su salud.
Su impacto social y ambiental
El relleno sanitario representa un problema complejo. Por un lado, genera empleo informal para cientos de familias, pero al mismo tiempo, expone a estas personas a condiciones insalubres y peligrosas. Muchas mujeres trabajan en el lugar para sostener a sus familias, enfrentando largas jornadas que afectan su salud física y emocional.
El impacto ambiental también es significativo. La falta de sistemas adecuados para el manejo de lixiviados (sustancias líquidas que circulan entre los residuos) y gases produce contaminación en el suelo, el agua y el aire. Además, los desechos médicos y químicos que se depositan sin tratamiento previo aumentan los riesgos para quienes viven y trabajan en las cercanías.
(Fuente: Guatemala.com)
¿Cómo es la vida de los guajeros?
Para quienes no sepan, el termino se refiere a algo que no tiene valor, los guajeros son personas que viven de la basura y en algunos casos, en la basura. La vida de estas personas depende de encontrar en medio de las toneladas de desechos cosas que puedan vender, se cree que son más de cinco mil personas las que diariamente entran al relleno sanitario pero al final del día no todos salen con vida.
Entre miles de sobras y desperdicios se pueden encontrar sonrisas de niños y niñas que agradecen por un par de zapatos, una blusa o playera, y un suéter para poder pasar la noche. Regularmente la gente en el sitio desaparece, es un tema de muy pequeña importancia para la Municipalidad, no se tienen registros de quien ingresa y quien sale.
Durante años el basurero se ha ido rellenando de toneladas diarias que ingresan pero no reciben ningún tratamiento, así que entre tantos desechos quedan espacios muertos que cuando hay un temblor o movimiento es fácil que esos espacios vacíos se hundan, y las personas que están cercanas al sitio, desaparezcan.
Para un guajero, la vida está enredada entre miles de situaciones, adquieren alimentos sabiendo su fecha de vencimiento, pero algunas veces el hambre y sed son más grandes que eso, así que deciden poner en riesgo su salud.
El último caso famoso fue aproximadamente en 2016, cuando unas niñas comieron sopas contaminadas que estaban mezcladas con veneno de rata, todas las niñas fallecieron y las noticias no se escucharon, no hubo mayor intervención por parte de la prensa e igualmente no existió ninguna pronunciación por parte de las autoridades.
Lamentos y llantos son comunes en esa área de la zona 3, sin tener una respuesta clara de cómo tratar este problema que yace en el corazón de la ciudad de Guatemala. La pobreza extrema latente adquiere más fuerza y los jóvenes deciden integrarse a la delincuencia formando otro problema social que va de la mano con la pobreza, para algunos es un orgullo ser guajeros, no están robando y siguen el ejemplo de aquellos que seguramente han perdido su vida en medio de la basura, familias que ahora se encuentran divididas siguen creyendo en que algún día exista un cambio en sus vidas.
El trabajo es muy peligroso y una persona gana aproximadamente $3 por dia.
Este video tiene imágenes FUERTES, se pide DISCRECION. Gracias.
Es uno de los video que mejor explica la situación que se vive en este lugar. Fuente: ChapinGuatemala502